viernes, 17 de abril de 2009

Una escalera está triste:
la están abandonando sus escalones.
Escalones confundidos,
no saben si bajan o suben
o tienen el ángulo retorcido.
Algunos se van volando,
otros se van bailando
y otros están nadando.
Ahora quedan sólo tres,
la escalera está angustiada:
no quiere retenerlos,
pero los necesita
para seguir siendo lo que está acostumbrada.

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