miércoles, 11 de marzo de 2009

Que me invite la lluvia a empapar el pasto,
y ser tierra mojada;
a elegir ser orilla de algún alma desencantada,
que ande por ahí esperando ser escuchada.
Atenta a las caricias de mi esencia escondida y aquietada.

Que me lleve esta lluvia,
hasta mis raíces tan olvidadas.
Que distinga mi silencio,
si alguien se siente ausente y necesita de mi mirada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario