martes, 24 de febrero de 2009

La hora de la siesta en otoño




















Para mi abuela Mamama,

Qué lindo suena un domingo a la mañana.
Tranquilo y sin apuro,
parece vacío,
pero está abierto,
es eterno...

Estoy con vos,
todo es encuentro.
No quiero que descanses,
quiero que sigas siendo,
siendo abrazo, siendo tiempo siendo viento,
siendo siempre,
en mi silencio...

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