Que me hable tu angustia,
de sus lugares oscuros, de sus mensajes callados,
de sus abrazos disueltos.
Que llegue a mí, tu camino,
cuando tus pasos sean torpes
y lo secreto, simule no existir, sólo por no ser dicho.
Que mi paciencia, sea capaz de absorber
tu ansiedad por decantar un tiempo sin respuestas.
Que mi mirada sepa reflejar tus silencios...
sin mi debilidad por romperlos.
lunes, 13 de julio de 2009
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