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Tal vez esté
la intención de enamorarte con mi discurso.
... y si mis palabras se acabaran,
sería mi línea,
la que buscaría,
des-atarte en el sentido
que destile tus miedos,
que exceda tus dudas;
o,
tal vez sea,
lo que callo,
lo que me queda al margen,
lo que sin intención, te arrima.
Puedo leer el espacio
que has dejado habitado.
Puedo leerlo y releerlo
para liberar tus pasos tan andados.
No me apura el tiempo
ni me presiona el viento,
en ocasiones, soy palabra,
pero, por demás: soy revés y silencio.
Carta para algún alma que se sienta cansada,
que no sienta sed.
Que sus sueños parezcan absurdos,
o que ya no los crea tener.
Es que hoy,
le dedico las nubes,
mañana, la lluvia
y el miércoles a la madrugada,
el pasto fresco y húmedo,
y los pasos detallados de algún cienpiés.