Entre el cielo y mis pestañas
se ajusta mi sed
que no encuentra pisada.
Por debajo del camino,
no hay punto de partida,
no hay llegada,
sólo un espacio indefinido
que no espera, que no exige,
que no es consciente de que significa distancia.

Necesito apartar mi alma de lo dicho,
de la intención de mis oídos...


El sauce brota en silencio,
quisiera ser capaz de escucharlo.

Detrás del tiempo
no existe nada.
Abismo,
vacío,
silencio,
quietud eterna,
serena
innata...

...de este lado,
mi alma grita.

En este mundo,
en el que si uno se detiene,
se dice que se atrasa,
en el que si uno hace silencio,
se dice que calla...

En este mundo,
en el que por estar con los ojos abiertos,
se cree estar despierto,
en el que si uno habla,
se dice que dice...

En este mundo,
en el que tanto cielo me abarca,
el tiempo me excede,
y mis pies descalzos esperan que llueva:
en este mundo,
mi alma no te alcanza.