Tal vez te inquiete el espacio que ocupa mi ausencia.
Tal vez mis palabras lean tu alma.
Que no me presione el tiempo,

para llenarme de hechos tan estrechos,
de encuentros sin fondo,

ni de diálogos tan discretos.
Que este invierno me acompañe con su helada y aliento frío,
para que por dentro siga este abrazo cálido, sin aparentes motivos.

Que no me esclavice el recuerdo,

ni aprenda la vida de memoria.

Que mirarte no sea rutina,

ni subestime ningún encuentro, ninguna historia.

Que mis distracciones no signifiquen retraso,

ni mis abrazos, te obliguen a permanecer.